Los impávidos ante la huelga
magisterial
DEL DISCURSO A LA DECISIÓN Y A LA
ACCIÓN POLÍTICA
A siete días del inicio de una Huelga
Nacional Indefinida, tal parece que el tema educativo es asunto imperturbable
ante los ojos de nuestras autoridades regionales. Si hace poco, o casi siempre,
las horas efectivas de clase, los ocho compromisos de gestión escolar eran la
prioridad en la lengua obstinada de nuestras autoridades educativas, ahora este
asunto sólo es ceniza y mención de silencio.
Para nadie es un secreto que a estas
alturas nuestros niños, niñas y adolescentes están perdiendo horas efectivas de
clases. Esto no parece importar a nuestras autoridades de esta novísima
gestión, que lejos de garantizar una buena educación la socavan y trampean con
su indiferencia. Mientras en otras regiones las autoridades regionales interceden
y se pronuncian a que el Ministerio de Educación resuelva las demandas
salariales y otras del magisterio nacional, en Huancavelica, tal parece que
estos problemas no son de prioridad local ni regional, menos parece ser un
asunto de política regional.
Se actúa aún con la languidez timorata
de antaño de no decirle nada a “Papá o mamá gobierno” (O su equivalente de “Cosito”
o “Mamá Nadine”). Hoy más que nunca hay la necesidad de que las autoridades
regionales sean los que lideren o en el peor de los casos intercedan las
demandas justas de los maestros. Tampoco de trata de esperar a que el tiempo y
cansancio desgasten las fuerzas gremiales, sino, de lo que se trata es que se
defienda con entereza y sin poses de hijastro la educación de nuestros
estudiantes.
Con esta inercia deplorable se
incentiva bajos niveles de logro, se incita la deserción y no la retención
interanual. Se censura el uso pedagógico del tiempo, se dejan de usar las
herramientas pedagógicas y se fomenta un clima adverso a la convivencia
escolar. Es imperativo que tanto el gobernador regional, el director regional
de educación, los alcaldes provinciales, distritales, los consejeros y
regidores pongan su cuota de solución a esta huelga nacional bajo el imperio
del respeto irrestricto de derecho a la educación de nuestros estudiantes.
El silencio los hace cómplices de la
ignorancia y detractores de los profesores cuando las mediciones de los
aprendizajes no son favorables para nuestra región. Emplazamos desde nuestro legítimo
derecho a la libre expresión, que nuestras autoridades aprendan a defender a
sus maestros convirtiéndose en facilitadores de la solución de esta huelga y que
no sólo sean sombras delebles de una falsa apología a la educación
huancavelicana.
Lic. Fidel Hilario Huamaní
Docente - Periodista